viernes, 28 de noviembre de 2014

Certificación de la madera para uso estructural

La madera aserrada sigue siendo la forma más simple de elaboración, mediante un proceso de corte se producen piezas de sección transversal rectangular en diferentes tamaños y largos. En el mercado nacional la madera aserrada se comercializa “a granel”, sin una especificación clara sobre sus características.

Por otra parte el concepto “madera estructural” se refiere a piezas de madera de sección transversal rectangular, claramente identificada desde el punto de vista de su capacidad mecánica. La técnica mediante la cual las piezas de madera se agrupan según su capacidad para resistir cargas se llama “clasificación estructural”, proceso mediante el cual se proporciona al usuario la confianza de esperar un valor mínimo de resistencia para las piezas de un determinado grado de calidad, cualquiera sea el origen del material. 

A nivel mundial existen dos métodos de clasificación estructural de madera: la clasificación mecánica y la clasificación visual. La clasificación mecánica, tal como su nombre lo indica, es realizada por una máquina que evalúa cada pieza de madera y la asocia a un grado de calidad estructural. Existen diversos tipos de clasificación mecánica, utilizando diferentes principios para determinar la calidad estructural de la madera tales como vibración acústica, rayos-x, y flexión. Por ejemplo, en la imagen y video siguientes se observa a la maquina de nombre comercial "Dynagrade" que determina el grado estructural de las piezas de madera mediante la vibración acústica producida por un pequeño impacto en uno de sus extremos.


Por otro lado, la clasificación visual consiste en el control de una serie de características que reducen la resistencia de la madera, tales como tamaños de nudos, grietas, deformaciones, etc. Este proceso es realizado por clasificadores o “graders” debidamente capacitados por una entidad competente.

Utilizar madera sin una clasificación estructural, transforma a este material en una “caja negra” para los ingenieros, arquitectos y constructores; ya que diseñarán, especificarán y construirán con un material del cual se desconocen todas las características necesarias para su uso seguro y confiable.

Por esta razón, la madera para uso estructural siempre debe presentar una “marca de calidad”, la cual se aplica a todas las piezas que se produzcan en los aserraderos y que cumplan con los requisitos de calidad deseados. Además esta marca de calidad permite su correcta trazabilidad en el mercado.

Países como Estados Unidos, Canadá, Suecia, Noruega, Finlandia, Australia y Nueva Zelanda, han masificado la utilización de la madera estructural en base a marcas de calidad respaldadas por sistemas de certificación (ISO/CASCO), entregando al mercado un producto estandarizado y de propiedades aseguradas por organismos de certificación competentes (ISO 17065). En la figura de más abajo se observa una marca de calidad utilizada en el mercado canadiense, donde se identifica el origen de la madera (especies forestales), secado, calidad estructural, e identificaciones del productor y organismos que permiten la certificación del producto.

En Chile uno de los principales factores que explican el bajo uso de este material en el mercado nacional es la falta de una certificación que asegure la calidad del producto. Por esta razón es de suma importancia que el mercado de la construcción avance en esta linea, exigiendo una certificación de calidad de la madera para uso estructural; ya que al aumentar el uso de este material se podrán obtener estándares más altos de eficiencia energética y sustentabilidad en la industria de la construcción.
  

Fuente: 
González, Marcelo. 2013. Bases de un sistema de certificación para la madera estructural en Chile. Tesis magister. Facultad de Arquitectura de la Universidad del Bío Bío.  http://cybertesis.ubiobio.cl/tesis/2013/gonzalez_m/doc/gonzalez_m.pdf

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